Estoy asistiendo, humillado, al mayor atraco que he podido ver en mi vida en el Sánchez-Pizjuán.
Y los he visto gordos.
Minuto 5 de eliminatoria: codazo de Xabi Alonso en la cara a Romaric. Es roja. El atracador Undiano no pita ni falta.
Minuto 8: Lass Diarrá, en una criminal entrada le clava los tacos en el tobillo a Sergio Sánchez que tiene que retirarse con el tobillo como una bota.
Lass no es expulsado.
Momentos mas tarde, el propio Lass hace una entrada por detrás en el centro del campo. Segunda amarilla clara. Undiano, maldito ladrón, no se la saca.
En la segunda parte, al interrumpir el saque de una falta y no ver amarilla, el ladrón de Undiano perdona por tercera vez la expulsión al mismo jugador.
Arbeloa le da un codazo en carrera a Navas en la cara. No hay amarilla. Al rato, minuto 31, Arbeloa sí ve la amarilla, que tenía que ser la segunda.
Estamos hablando de que en el minuto 31 el Madrid, reglamento en mano, tenia que estar con 8 jugadores.
Minuto 46: el árbitro, este atracador infame llamado Undiano y su linier, Fermín el del banderín, nos roban un gol absolutamente legal.
Y ya está. Que disfruten de su Final. Esta es la mafia de la que llevo hablando tanto tiempo. Me temía lo peor, pero jamás pensé que la cosa pudiera ser tan infame, tan sucia, tan descarada, tan ruin, tan bajuna. Tan dolorosa.
Quédense con su asquerosa final.
Maldita mafia arbitral, maldita mafia del fútbol español, maldita mafia mediática al servicio de la dictadura nacional madridista.
Basura.
Información: jesusalvarado.com
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